Fajas Postquirúrgicas: La Guía Completa para una Recuperación Segura, Cómoda y Efectiva

Las fajas postquirúrgicas son de mucha importancia: ayudan a reducir la inflamación, moldear los tejidos, mejorar los resultados distales y proporcionar comodidad durante el delicado proceso.

Pero... ¿qué hace exactamente una faja postquirúrgica? ¿Para qué sirve? ¿Y cómo elegir la correcta según el tipo de cirugía?

Aquí dejamos la guía más completa y actualizada para entenderlo todo.

 ¿Qué son las fajas postquirúrgicas?

Las fajas postquirúrgicas son prendas de compresión especializada, diseñadas para ayudar al cuerpo a recuperarse después de:

  • Liposucción

  • Lipoescultura

  • Abdominoplastia

  • Cesárea

  • Cirugías estéticas corporales

  • Procedimientos reconstructivos

  • Postparto quirúrgico

Se fabrican con materiales que permiten compresión uniforme, soporte en zonas clave y total comodidad durante largas horas de uso.

 ¿Qué logran las fajas postquirúrgicas?

Una faja postquirúrgica ayuda a:

✔ Ayudar a la inflamación (edema)

Controla la inflamación y retención de líquido al igual que acelera la recuperación.

✔ Ayudar a la escultura del cuerpo en las primeras semanas

Ayuda a que los tejidos recién operados tengan una cicatrización uniforme.

✔ Prevenir la fibrosis y los bultos

Uno de los más importantes en cirugías como liposucción y lipoescultura.

✔ Proveer soporte lumbar y abdominal

Disminuye el dolor y mejora la postura.

✔ Disminuir el tiempo de cicatrización

La compresión uniforme en el cuerpo evita la acumulación de líquidos y como consecuencia, también evita que la zona inflamada permanezca inflamada.

✔ Proveer estabilidad en cada movimiento,

al caminar, levantarse, dormir o hacer movimientos leves.



Características que debe tener una faja postquirúrgica de calidad

No todas las fajas sirven para este proceso. Una buena faja postquirúrgica debe incluir:

✔ Compresión media–alta pero segura

No debe cortar la circulación, pero sí ajustarse lo suficiente.

✔ Cierres, broches o cremalleras frontales

Para facilitar su uso sin generar dolor.

✔ Costuras planas e invisibles

Evitan marcas en la piel.

✔ Materiales hipoalergénicos

Ideales para piel sensible o cicatrices recientes.

✔ Varillas suaves

Para soporte lumbar, pero sin incomodar la zona operada.

✔ Espacios estratégicos (zona íntima o glúteos)

Permiten comodidad sin retirar la faja constantemente.

Tipos de faja postquirúrgica según el procedimiento

Para liposucción o liposcultura

  1. Compresión uniforme alrededor del abdomen y la cintura.

  2. Sin costuras pronunciadas.

  3. Idealmente de corte medio o completo.

  4. Asiste en la prevención de fibrosis y otras irregularidades en el contorno.

  Para Abdominoplastia

  1. Alta compresión con soporte completo.

  2. Broches o cierres frontales.

  3. Varillas suaves para la postura.

  4. Es importante que no ejerza presión directa sobre la cicatriz.

Para cesárea (entrega postquirúrgica)

  1. Compresión suave-moderada.

  2. Tela suave y flexible.

  3. Evitar costuras que rocen contra la incisión.

Para Post-Operativo General

  1. Compresión controlada.

  2. Un diseño que permite al usuario moverse sin dolor.

  3. Materiales transpirables.

  4. Cierres fáciles de poner y quitar.

¿Cuándo empezar a usar una faja postquirúrgica?

El tiempo del procedimiento debe seguirse con la recomendación del médico, pero lo que podemos recomendar todo depende de la talla de las personas


Generalmente:

  • Liposucción/Lipoescultura: desde las primeras 24–48 horas

  • Abdominoplastia: tras autorización (generalmente primeros 7 días)

  • Cesárea: una vez el médico lo indique, sin presionar la incisión

El uso frecuente suele ser entre 4 a 12 semanas, dependiendo del caso.

 

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